Buenas,
Y seguimos con
la campaña de Symbaroum Salvaje y sus rolatos, parece que estamos cogiendo ritmo.
Este cuarto “rolato”,
desde su punto de vista, lo ha hecho Magdala, la bruja de Karvosti, ayudante de
la Huldra. Una mujer de carácter, peleona, contestona y a partir de este
capítulo, con una especial relación con los elfos...
Por cierto,
si vas a jugar “La Corona de Cobre” no sigas leyendo esto, o te comerás SPOILERS del tamaño de Davokar...
... ... ...
PRÓLOGO
«… y las profundidades
del mundo fueron
mancilladas, porque
su coraza resulta
apropiada para la
fuerza de su interior;
darle poder al poder
sin reforzar la piel es
tan imperdonable como
desconsiderado. Porque
cuando la coraza se
resquebraja, el resentimiento
y la vergüenza
multiplican la fuerza
liberada por mil».
Apenas
acabamos de poner un pie en Fuerte Espina cuando el trasgo nos cuenta una
historia absurda sobre unos negocios que tiene en las afueras y se marcha. La
verdad es que al ritmo al que habla apenas pude entender cuatro palabras, así
que podían ser negocios con su gente o que tal vez se ha decidido a vender a su
jabalí a un carnicero, quién sabe...
El caso es
que lo primero en lo que pensamos cuando ponemos un pie en la ciudad es en un
baño, una comida caliente y una cama donde descansar y curar nuestras heridas.
Mi compañero bárbaro, Kvarek, es quien lo lleva peor, pues mis intentos por
cerrar sus heridas y mis hierbas no han surtido efecto. Es fuerte y aguanta el
tipo, como se espera de nuestro pueblo, pero veo en sus ojos las punzadas de
dolor.
Decidimos
hospedarnos en una posada de la zona sur, consideradas más seguras. Poco nos
importa eso ahora, pues lo que queremos es quitarnos las botas cuanto antes.
Así pues, tras descartar “La Corte y el Arpa” y “El Cucharón Alado” entramos en
“El Reposo de la Costurera”, una de las numerosas posadas que pueblan Fuerte
Espina, de un buen nivel y a un precio ajustado.
Nuestro
compañero Bartelom decide hospedarse con sus compañeros de la Ordo. Casi me
alegró cuando lo dijo, pues ese ligero olor que desprende me resulta algo
desagradable, y no hubiera podido disfrutar de la cena en su compañía.
Una vez
estamos a la mesa escudriño los alrededores, poniendo el oído en cada
conversación, tal y como me enseñó la Huldra. Parece haber sólo dos estados de
ánimo entre el gentío: los aventureros optimistas que están pensando en las
riquezas que les aguardan en Davokar, y los pesimistas, los lugareños. Estos
parece que hablan acerca de una sucesión de asesinatos acaecidos recientemente.
Unos hablan de abominaciones dentro de la ciudad, otros de un asesino al que
han apodado “El Desollador”. Parece que el tema es serio, ya que se habla de un
conocido cazador que ya estaría en la ciudad para atrapar al culpable. La
última víctima, un pobre deshollinador llamado Teoman.
A la mañana
siguiente nuestro compañero Bartelom vuelve con un mensaje de un amigo suyo,
otro mago llamado Vernam, que al parecer no es muy apreciado dentro de su
gremio debido a su cercanía con los elfos y al Pacto de Hierro.
En el
mensaje venía a decir que habíamos cometido un funesto error al matar a los
tres elfos del Pacto de Hierro en los dos combates de los Titanes, al parecer
había llegado a su conocimiento a través de “oniromantes” elfos. Pero que aún
había una solución al error, que tanto Bartelom como el resto estábamos imbricados
en un oscuro giro del destino...
Decidimos
atender a la cita de Vernam, pero tenemos tiempo hasta el mediodía, por lo que
nos dividimos. Orlan se ofrece a acompañarme al mercado a reponer mis
existencias de hierbas y pociones. No sé si por galantería o qué, pero su
fuerza me vendría bien si tuviera que cargar con pesadas raíces o roca lunar.
El resto decide investigar los asesinatos, juntándonos un rato antes del
mediodía para llegar todos al estudio de Vernam.
Cuando
estamos atravesando una de las plazas de Fuerte Espina una joven que corría a
toda prisa choca contra mí. Estaba huyendo de un grupo de Mantos Negros que
envalentonados por ser muchos me ordenan que se la entregue por ser sospechosa
de los asesinatos...
Apenas un
vistazo a la pobre chica que está de rodillas ante mí me sirve para darme
cuenta de su inocencia, por lo que les digo a los Mantos Negros que no voy a
entregar a nadie. A mi espalda Heavy ya está vociferando... Alguno de nuestros
contendientes recula, pero varios son los que nos rodean, habrá pelea...
Ordeno a
Kvarek que cuide de la chica. Sé que no le gusta pelear, pero matará a quien
intente hacerle algo. Después le pido a Madre Tierra un favor, le imploro
alterar el Equilibrio, asumo el riesgo... En ese momento en algún lugar de
Davokar un león se tumba cansado, como si la edad le hubiera llegado de
repente, a la vez que yo noto una fuerte rabia que late en mi interior.
Desenvaino mi espada, estoy lista...
Los mantos
negros no son rival para nosotros. Apenas comienza el combate le corto la
garganta al primero que se aproxima. Bartelom mata a otro usando tan sólo su
bastón, lo cual me intriga, pues le he visto lanzar fuego con sus manos en
otras ocasiones...
Heavy y
Orlan son prácticamente invulnerables. Los ataques de los Mantos Negros rebotan
contra la armadura de Orlan, y la simple piel de Heavy parece armadura
suficiente para detener acero.
Tras matar
yo a otro oponente, y ser cinco en total los muertos en el mercado, el resto
parece recular... Nos señalan con odio y nos amenazan con que esto no acabará
así, que habrá consecuencias... Poco nos importa...
Tras hablar
con la chica y asegurarnos que dejará la ciudad durante un tiempo (acompañarla
a casa y amenazar al vecino que, falsamente, la acusó), llegamos al lugar de la
reunión, un edificio de cuatro plantas donde al parecer Vernam da clases a los
hijos de las familias pudientes de Fuerte Espina. Tras llamar y esperar durante
unos eternos cinco minutos, una joven aprendiz nos abre la puerta en estado de
shock...
Le decimos
que tenemos una cita y que Vernam nos espera... Nada parece sacarla del estado
en el que está... sólo menciona que algo ha sucedido... por lo que decidimos
seguirla hasta la cuarta planta... Y allí la escena es dantesca: Un cuerpo se
encuentra colgado de una lámpara, desollado entero y a sus pies se encuentra
una piel completa. Hay sangre por toda la habitación...
Investigamos
la escena a conciencia: Llegamos a la conclusión de que la piel no es la del
cuerpo que está colgado. El cuerpo colgado es humano, mientras que la piel
presenta orejas picudas, propias de los trocalengos o de los elfos.
Al cadaver
le faltan varios dedos y algunas glándulas, como la tiroides y la pineal. Lo de
los dedos encaja con Vernam, pues Bartelom nos indica que a su amigo le
faltaban varios dedos de una mano.
También hay
huellas de sangre en el alfeizar de la ventana.
Descubrimos
una carta ensangrentada. Tardamos un poco en determinar cómo podíamos limpiar
la sangre sin destruir la carta, pero finalmente lo conseguimos con vinagre y agua
peroxidada, entre Bartelom y yo hacemos un buen trabajo, ya que la tinta
también estaba reciento, corríamos el riesgo de no solo eliminar la sangre.
Querido señor Camponegro:
Sé que estamos de acuerdo en pocas ocasiones, pero permítame explicarle de
nuevo por qué creo que la fallida expedición de Gorak está conectada con los
recientes asesinatos cometidos por ese tal «Desollador». Sé que Gorak le buscó
y que, según me informan numerosas fuentes, usted tuvo la ocasión de ver el
cráneo del rey. Soy consciente de que la posible relación entre los asesinatos y
la calavera es un tema políticamente delicado.
El cráneo del rey infecta todo lo que toca, contaminándolo con el poder de
la corrupción. Usted parece haber escapado a sus destructivos poderes, quizás
no llegara a tocarlo. Si ese fue el caso, se comportó con sabiduría. Mis amigos
elfos me dijeron que sus adivinos soñaron con el rey muerto mientras Gorak
paseaba por la ciudad con su cráneo. Ahora han regresado para decirme que aún
siguen soñando, lo que significa que los poderes de corrupción del cráneo
siguen activos aquí, en Fuerte Espina. No pretendo conocer con exactitud la
relación entre los asesinatos y este asunto, pero he escuchado de una fuente
fidedigna que el arte del
desuello es antiguo y pernicioso y que nació de la oscuridad.
Nunca más la Oscuridad,
Maestre Vernam.
También
descubrimos un anillo... Es un anillo muy interesante, de un miembro del Pacto
de Hierro... Vernam era el único miembro ambrio del Pacto, por lo que todo
parece indicar que el cuerpo colgado es el suyo a pesar de que la piel no lo
sea... Decido quedarme el anillo y vincularme con él, pues sé de los poderes de
estos anillos, y asumo los riesgos. Cuando termino de vincularme, apenas un
acto mental de la duración de un pestañeo, paso a entender mejor el equilibrio
de poder de los Elfos y el bosque... Entiendo por qué los bárbaros hemos
convivido en relativa paz tanto tiempo y me siento más protegida frente a los horrores
que aguardan en Davokar la Oscura.
Mientras
Heavy y Kvarek siguen las huellas ensangrentadas por los tejados, parece la vía
de escape del asesino, ese Desollador... Al parecer lo siguen hasta un callejón
anejo a la Plaza del Sapo... allí el asesino se limpió, por fin, las botas y su
rastro se perdía entre tanta gente... fuera como fuese, se había bajado allí
por algo, ya que podría haber continuado por los tejados, dedujeron el ogro y
el bárbaro.
En la
academia, mientras Orlan interrogaba a la chica, cuando esta parece reponerse
un poco, recuerda que Vernam había dejado unas instrucciones, a entregar a la
primera persona que llegase tras su muerte... Desconozco si Vernam tenía dones
de adivinación o si fue simple casualidad, pero la carta explicaba como un
grupo de aventureros había traído a la ciudad la corrupción, materializada en
una calavera con corona de bronce incrustada.
Queridos amigos:
Si están leyendo esta carta, significa que estoy muerto. Ustedes no me
conocen, de igual forma que yo no los conozco en el sentido clásico de la
palabra. Pero sé algo sobre su fe, ya que está conectada con la mía y con el sangriento
rastro que el Desollador está dejando por nuestra hermosa ciudad. Seré breve: les he visto en mis sueños, en visiones
que he invocado con ayuda de rituales a fin de resolver el enigma del
Desollador asesino.
Una expedición regresó a Fuerte Espina hace algunos meses con un botín de
oro y el cráneo de un rey de Symbar. El líder de la expedición se paseó con el
desagradable trofeo por muchas de las tabernas y posadas de la ciudad. Por
desgracia, los cazatesoros también habían traído consigo una terrible
enfermedad que fue reclamando sus vidas uno a uno. Algunos simplemente desaparecieron;
otros fueron cazados por miembros del Pacto de Hierro; un puñado se
transformaron en abominaciones y fueron liquidados por los guardias de la
ciudad o por sus valientes habitantes. Gorak, el líder, corrió a esconderse
llevándose el cráneo con él.
Pero en Fuerte Espina la memoria de la gente es corta. Desde que comenzó
esta nueva ola de asesinatos, perpetrados por el abominable «Desollador», no
hay nadie que los haya relacionado con las sangrientas hazañas de la expedición
de Gorak. Sin embargo, mi visión revela que hay algún tipo de vínculo. Tras
muchos sueños donde casi logré vislumbrar la verdad, tengo clara una cosa: la
expedición está conectada en cierta manera con el despellejamiento de nuestros
vecinos. También me doy cuenta de que mi propia muerte puede ser un paso crucial
en la resolución del misterio (al igual que su aparición, mis desconocidos
hermanos en la fe). No alcanzo a entender el cómo ni el porqué de esta
situación, pero tengo la esperanza de que ustedes logren averiguarlo.
Si alguna vez nos encontramos en el más allá, tendrán que decirme todo lo
ocurrido. Hasta entonces, solo puedo pedirles perdón por cargar este peso sobre
sus almas. Les espera algo que no querría ni para mi peor enemigo, menos aún
para quienes seguramente habrían sido mis amigos si hubiéramos tenido la
oportunidad de conocernos.
Maestre Vernam
No era la
primera vez que oíamos hablar de esa expedición... Hace no mucho, en lo alto de
los Titanes, Belun y Ludo ya nos hablaron de ella, en concreto Ludo recordaba
hasta como el jefe de la expedición se quedó con la corona (incrustada en la
calavera)..., eso es lo que había hecho anidar la corrupción en la
expedición...
Ante los
hechos que se mencionan en las cartas decidimos aclarar todo el asunto con la
única persona que parecía tener toda la información... El alcalde de Fuerte
Espina, un antiguo aventurero del que cuenta que salvó a la madre de la Reina,
y esta le regaló la alcaldía y fundación de Fuerte Espina, Lasifor Camponegro.
Nos
dirigimos hacia la zona sur de la ciudad, donde la casa del alcalde se alza
sobre una pequeña colina. Al entrar nos hacen pasar a un salón, donde nos hacen
esperar hasta que se presenta el alcalde acompañado de una bruja de avanzada
edad. No la reconozco, pero imagino que al igual que en las tribus bárbaras, es
la asesora espiritual del alcalde... si bien calmada, su presencia es imponente
e inquietante...
Tras las
presentaciones le exponemos lo sucedido y nos cuenta los sucesos que
desembocaron en los asesinatos:
Hace un
tiempo un grupo de aventureros se adentraron en Davokar la oscura para
conseguir un gran tesoro... En este grupo se encontraban dos viejos conocidos
nuestros, Belun y Ludo, como habíamos recordado, junto a otros, que se
adentraron en una antigua tumba... Allí, Gorak, uno de los líderes de la expedición,
vio el poderoso cadáver de un antiguo rey con su corona, y decidió que ese era
suficiente premio para él. Conforme la cabeza fue arrancada del cuerpo un
fuerte temblor se apropió del lugar, hecho funesto que no avanzaba nada
bueno...
Cuando Gorak
entró en la ciudad con su grupo lo hizo acompañado de su premio en forma de
cráneo con corona, mofándose y haciendo chanzas allí por donde iba. Incluso
llegó a llevar a cenas en casa del alcalde, pero este, bien por precaución o
por simple suerte se negó a tocarla. El caso es que poco después empezaron las
desgracias. Todos los integrantes de la expedición comenzaron a morir o a ser
pasto de la corrupción, y los que no, desaparecieron no se sabe bien a donde.
Entre estos últimos se estima que está Belun, Ludo, Gorak y su compañera, una
trocalengo,
Alahara
(Camponegro nos enumera a todos y como murieron o se transformaron, si bien
nosotros sabemos que Belun se transformó y murió en los Titanes, y que Ludo
partió hacía la sede de los mantos negros engrilletado). En cualquier caso, en
Fuerte Espina, nada se sabía de ellos desde hacía por lo menos cuatro lunas.
Hace una
semana empezaron los asesinatos...
Con toda
esta información decidimos que es momento de hablar con la Guardia de la ciudad
y con el necropsista que ha realizado el estudio de los cadáveres encontrados.
Tanto
Bartelom con el necropsista, un gordo, viejo y borracho Ilantro, como Kvarek y
Heavy con el capitán de la guardia del distrito norte, Marvello, lograron más o
menos la misma información. Aunada con lo que ya sabíamos dedujimos los
siguiente: en cada escenario del crimen a parte del cadáver sin las glándulas
(que, al parecer, según se cuenta, pueden ayudar a “mitigar” la corrupción), se
hallaron las pieles. En principio se identificó a los cadáveres con estas, pero
estaba claro que las pieles pertenecían a la víctima anterior, así pues, todos
los cadáveres estaban mal identificados, y por otra parte eso implicaba que por
ahí debería haber un cadáver despellejado de la primera víctima, aún no
encontrado... los asesinatos parecía que cometían cada 2-3 días, hasta estos
últimos que habían sido más precipitados y seguidos.
Si bien en
ambas entrevistas se obtuvo algo de más provecho:
Bartelom
consiguió ojear el diario del necropsista y dos cadáveres anteriores a la ola
de asesinatos del Desollador, aunque no seguían el modus operandi, sí que
cuadraban por localización (el mismo callejón de la Plaza del Sapo en donde
habían bajado de los tejados Heavy y Kvarek) y tiempo (tres días antes del primero).
Ambos cadáveres habían sido despedazados a la vez y la carnicería había sido
tal, que era imposible identificarlos.
Por su parte
Kvarek y Heavy obtuvieron el testimonio guardado por el capitán de dos testigos
que decía haber visto (en escenas de crimen diferentes), uno a un hombre y otro
a una mujer (precisamente en el escenario del crimen de la única mujer de todos
los muertos identificados). El astuto ogro supuso otra cosa... si creían que cada
cadáver aparecía con la piel del anterior, les faltaba al menos un asesinato
intermedio, uno entre el deshollinador Teoman y Vartelom, uno al menos, que
correspondía con una elfa o trocalenga, quizá una de los “amigos” de Vartelom...
Era hora de
reunirnos en la posada y poner toda la información en común...
EPÍLOGO:
“Harulo, el
joven palafrenero peinaba al caballo con esmero, le había costado mucho
conseguir este trabajo, y la verdad, se le daba bien. Mientras fuera comienza a
anochecer en Fuerte Espina. El caballo de repente pareció ponerse nervioso y
piafó, a Harulo se le daba bien tranquilizar a los caballos: “Tranquilo, fiera,
suuuuuuu suuuuuu”. Detrás de ellos por la entrada del establo una sombra
sigilosa avanzó, acercándose con un estilete afilado en la mano, silencioso
como el pecado, peligroso como Davokar...”
... ... ...
Y hasta aquí
el rolato de esta cuarta sesión, primera de “La Marca de la Bestia”, ahora
adjunto los personajes jugadores de Symbaroum Salvaje en su actual estado,
justo tras jugar esta partida:
En el
próximo rolato concluirá esta partida de investigación, gore y corrupción en
Fuerte Espina...
Marcados
saludos.-
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