Saludos,
Hemos jugado tres partidas casi seguidas a Walküre, así que hoy toca el “rolato” de la última, dirigida por Antonio. El “aséptico” informe lo hace Joseph Turner el PJ de Sergio (y digo aséptico porque en la misión paso de todo —putas, más tiroteos, engaños, chanchullos, amenazas, etc.—, que el buen y sensato Turner omite o pasa de puntillas xD).
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<<Para:
Gjoubert@oberon-sh.com
Asunto:
Informe sobre el caso Delgado.
Nivel
seguridad: Confidencial. Archivo encriptado.>>
Paso
a detallar los hechos que llevaron a la resolución del caso Delgado.
Recibimos
la orden de reunirnos con Giles Joubert, director del Departamento de Análisis,
en una residencia a las afueras de Zurich.
En
la reunión participamos Sigmund von Isenhart, Ian O'Conner, Ivan Dragunov, el
joven Blackmoon, Giles Joubert y el cliente, el señor Delgado.
El
señor Delgado nos expuso el motivo de la reunión.
Su
hija, Coral, había sido secuestrada en Londres hacía tres semanas. Aunque fue
liberada a las 48 horas, había sido brutalmente mutilada. Se le habían
extirpado quirúrgicamente los ojos.
Dados
los problemas de rechazo a los implantes que había sufrido la joven, el señor
Delgado deseaba recuperar los ojos de su hija a cualquier precio.
Nos
pusimos en marcha hacia la capital británica en el primer vuelo, salvo
O'Conner, que por razones “logísticas” tuvo que desplazarse hasta Francia y
lograr “pasaje” en un barco hasta Reino Unido.
Finalmente
nos reunimos en las oficinas de Oberon en Londres. Allí recogimos nuestro
equipo y nos dirigimos a un piso franco proporcionado por Oberon, como base de
operaciones.
Una
vez instalados iniciamos la investigación. Mientras Blackmoon trataba de
acceder al expediente policial del caso, von Isenhart y yo procedimos a
entrevistarnos con la señorita Delgado.
No
obtuvimos mucho de la entrevista, la señorita Delgado nos relató que después de
una noche de fiesta en un local llamado la Cúpula del Placer, se dirigía a su
casa junto con su amigo Justin Lecci.
En
un momento dado cayó inconsciente y cuando despertó se encontraba en un
edificio abandonado y había perdido sus ojos.
Al
regresar al piso franco, recibimos una llamada de nuestros compañeros,
Blackmoon había tenido un pequeño problema técnico mientras accedía al sistema
de Scotland Yard y había hecho saltar algunas alarmas. Como consecuencia
tuvimos que desplazar nuestra base de operaciones a un cuchitril destartalado.
A
pesar del incidente, Blackmoon había logrado obtener la información que
buscábamos. El de Coral Delgado no era el primer caso de secuestro con
extirpación quirúrgica de órganos. En el último año se habían producido más
casos. Por tanto era claro que había algún tipo de grupo organizado tras estos
hechos.
Al
día siguiente retomamos las investigaciones. Mientras Dragunov se dirigía a
entrevistar a una de las anteriores víctimas y Blackmoon seguía rastreando la
red para obtener información, von Isenhart y yo nos dirigimos a entrevistar a
Justin Lecci.
El
amigo de la señorita Delgado nos relató que al salir de la Cúpula del Placer
fueron asaltados por dos desconocidos, un hombre negro y corpulento y otro bajo
y con un llamativo peinado con forma de cresta. Vio cómo su amiga caía
inconsciente, y al volverse vio a los dos hombres. El de la cresta se abalanzó
sobre él y le apuñaló.
Al
reunirnos más tarde, Dragunov confirmó que a la víctima a la que había
entrevistado también le atacaron cerca de la Cúpula del Placer.
Por
tanto decidimos que esa noche iríamos a dicho local para tratar de identificar
a los atacantes.
Tal
y como O'Conner nos había informado anteriormente, el lugar era el punto de
encuentro y de ocio de la escoria londinense. Pandilleros, mafiosos de medio
pelo, matones barriobajeros, … eran los clientes habituales del lugar. Y
mezclados entre ellos algunos estudiantes y jóvenes de buena familia con ganas
de tener alguna experiencia “fuerte”.
Necesitábamos
acceder a las cámaras de grabación del local para tratar de identificar a los
sujetos que habían atacado a la señorita Delgado. O'Conner se ofreció para
crear una distracción que nos permitiese pasar a las oficinas del local.
Es
posible que se le fuese un poco de las manos, pero O'Conner cumplió con su
objetivo. Mientras los miembros de seguridad y más de la mitad de los clientes
estaban enzarzados en una batalla campal, accedimos a las oficinas.
Una
vez más Dragunov hizo gala de su sangre fría y aniquiló a los ocupantes de la
oficina.
Nos
llevamos las grabaciones que buscábamos antes de que llegase la policía.
La
noche fue productiva, además de las grabaciones, O'Conner consiguió poner
nombre a nuestros sospechosos, Sullivan (el corpulento) y Drew (el del peinado
llamativo).
Al
día siguiente, al revisar las grabaciones, Blackmoon pudo identificar en una de
ellas a Coral Delgado hablando con un hombre. Parecía estar entrevistándola con
una cámara.
Recurrimos
a Coral y ésta nos informó que el hombre en cuestión era Frank Weiler, una
especie de agente / representante. La había entrevistado con la intención de
ofrecerle algún trabajo en la televisión. Al parecer la oferta no prosperó
porque Coral no volvió a saber nada de él.
Mientras
los demás rastreaban a Drew y Sullivan, von Isenhart y yo nos dirigimos hacia
la residencia de Weiler para entrevistarnos con él y tratar de obtener
información adicional.
Al
llegar a su casa encontramos la puerta entornada. Con precaución entramos y nos
encontramos a Weiler moribundo. Había sido gravemente apuñalado. Rápidamente y
antes de que pudiese llegar la policía, revisamos la vivienda y encontramos un
cuarto oculto lleno de grabaciones y un sistema oculto de cámaras que
almacenaba las imágenes tomadas en el piso en un disco duro.
Nos
llevamos algunas de las cintas y el disco duro del sistema de grabación.
Borramos nuestras huellas y abandonamos el lugar. Por supuesto informamos de
forma anónima a la policía para que acudiesen a atender a Weiler.
Al
estudiar los datos descubrimos que Weiler estaba trabajando sin saberlo para un
mafioso llamado Styles, que se dedicaba a traficar con órganos.
En
las grabaciones de la casa también pudimos ver que un hombre que se
correspondía con la descripción de Drew había sido el atacante de Weiler.
Styles
parecía tener su base en un hotel, así que nos dirigimos hacia allí. Sin
embargo Styles había abandonado el lugar hacía muy poco.
Al
salir del hotel descubrimos a Drew, inmediatamente O'Conner y Dragunov
iniciaron su persecución, hasta llegar a un parque cercano.
Resultó
ser una emboscada. Mientras O'Conner trataba de reducir a Drew, Sullivan
apostado con un rifle de largo alcance trató de eliminarle.
O'Conner
hizo valer sus habilidades y logró eliminar a ambos con ayuda de Dragunov.
Además pudo obtener la localización de Styles.
Éste
se había refugiado en un viejo hotel abandonado, junto con algunos matones como
protección.
Dragunov
y O'Conner volvieron a hacer gala de sus habilidades y conseguimos reducirlos.
Al
interrogar a Styles averiguamos que trabajaba por encargo de un tal doctor
Hosukame.
Al
investigar a Hosukame averiguamos que trabajaba en una clínica implantando los
órganos conseguidos por Styles, pero sin conocer su origen.
Aunque
quizás nos faltan pruebas concluyentes, creo que el culpable de buscar los
órganos ilegalmente es Waddel, el director de la clínica. Pero hemos dejado ese
trabajo para Scotland Yard, después de proporcionar anónimamente las pruebas
recopiladas.
Finalmente
identificamos al cliente de Waddel al que se habían implantado los ojos de
Coral Delgado y le pasamos la información a nuestro cliente. Dados los recursos
del señor Delgado, podrá llegar fácilmente a un acuerdo para recuperar los ojos
de su hija.
<Fin
informe>.
... ... ... ... ...
Marcados
saludos.-