Buenas,
Continuamos
con la campaña de Symbaroum Salvaje y sus rolatos, vamos a llevar la crónica de
todas las partidas y hacer una especie de diario, aquí en el blog, para
recordar cosas o que los jugadores que no han podido venir un día consulten que
pasó en esa sesión.
Este
segundo “rolato”, desde su punto de vista, lo ha hecho Orlan de la Casa Daar, expansar,
noble caído, y aprendiz de hechicero (Antonio, el jugador que lo va a llevar,
le metió unos cuantos cambios para jugar con él). Aquí dejo el “rolato” de la segunda
sesión de “La Tierra Prometida”:
... ...
...
PRÓLOGO:
Atravesó
olas de oscuridad y terror,
como
un barco recubierto de acero en una
tormenta
de truenos. Yo estuve allí, puedo
dar
fe; soy uno de los pocos que presenció
asombrado
la luz del amanecer atrapada
en
su armadura, la transformación de
nuestra
joven reina en un astro solar
montado
a caballo, espada en mano:
Korinthia
Hiendenoche, nuestra
soberana,
la destructora de la oscuridad.
Hubo
sangre derramada, vidas que se perdieron, lágrimas
brotando
sin cesar de ojos enrojecidos; los cielos se llenaron de
cenizas,
la tierra se tornó polvo, los ríos se transformaron en
zanjas
cenagosas. Ese fue el precio que tuvimos que pagar por la
traición
de los Señores Oscuros, pero también por las penalidades
que
acabaron por traernos aquí, a la Tierra Prometida.
Volvimos
a levantarnos, más fuertes y sabios, los hijos de
Alberetor
nos convertimos en las madres de Ambria. La tristeza
que
oscurece nuestros corazones será expulsada mediante
lágrimas
de alegría y esperanza, no de dolor y desaliento.
Cosecharemos
los frutos de la tierra y los bosques, domaremos la
fuerza
de los ríos y las montañas, nos alzaremos aún más fuertes
que
antaño. Para deleite de Prios, nos elevaremos hasta allí donde
no
hay sombras, donde la oscuridad no existe. Porque somos el
pueblo
de Korinthia Hiendenoche ¡y jamás seremos derrotados!
Extracto del
discurso de Año Nuevo de Herakleo Attio en la plaza del Triunfo, Yndaros.
El viaje
sigue y veo que no soy el único que desconfía de esos dos hermanos, Belun y
Ludo, cada vez que se separan para buscar leña o rastrear... siempre les vigila
el trasgo o Lestra, algo me dice que nos acabaran dando problemas, siempre
mascullando entre ellos y de mal humor.
Y hablando de
humor, al que noto cambiado es a mi amigo Bartelom, parece haber abandonado esa
calma que tenía y adquirido un pestilente olor... tengo mis sospechas, pero
mientras lo tenga controlado... Al menos la monjita le va proveyendo de hierbas
aromáticas.
Un gran gruñido
resuena al atardecer, no lejos, en la dirección donde habían salido los
exploradores a recoger leña, sea lo que sea no es natural. Rápidamente Bartelom
y yo corremos a ayudar a nuestros compañeros. Cuando llegamos la escena es
perturbadora, una loba de la altura de un caballo está atacando a Ludo mientras
Belun yace herido y Lestra intenta que no se vaya de este mundo, Heavy, junto a
Fenyek y su cerda, luchan con la bestia que ya herida sangraba, me lanzo al
combate mientras que Bartelom con sus artes místicas vuelve a herirla y Fenyek
con un acertado golpe con su lanza consigue matarla. Y al caer... ese ser
comienza a transformarse en algo parecido a un humano, pero no, es una elfa, la
primera que veo. Y mientras contemplo el cadáver... poco tiempo ha tardado en
trasgo en sustraer la única pieza valiosa que parecía tener, un brazalete del
que alguna vez leí algo, un grupo de elfos que defiende un supuesto trato con
los humanos para que estos no se adentren en el bosque de Davokar, quizá
cuentos del pasado o mentiras para quedarse ellos los tesoros que allí yacen...
Esa noche
durante mi guardia intente acercarme a estos dos, siguen con sus secretos y
Belun, a pesar de la curación que le proporciono Lestra, tiene alguna
enfermedad, o eso parece, que le come por dentro, quizá corrupción.
El día
siguiente, seguimos nuestro curso atravesando los Titanes, y lo que fue una
noche despejada amaneció con un frio glacial y según avanzaba el día una gran
tormenta de nieve nos obligó a detenernos y acampar, pero no era natural pues
una letanía sonaba entre el viento, alguien no quiere que salgamos de aquí. La
noche fue muy dura, no conseguí descansar, ni yo ni nadie, bueno, excepto
Bartelom que sigue paseándose con su túnica como si del verano se tratase.
Y al amanecer,
mientras discutíamos si era prudente continuar o esperar que se despeje un poco
la nieve caída, dos figuras se van acercando andando hacia el campamento, dos
elfos, uno alto de pelo gris y otro más bajo de cabello oscuro. Salgo del
círculo de caravanas para recibirles, quieran lo que quieran mejor que sea
fuera. Se detienen y el alto, que parece
el que jefe y se presenta como Godrai (presentando a su compañero como
Saran-Ri), nos reclama que les entreguemos a Belun y Ludo, al parecer entraron
en el bosque y algo tomarían, y estos vienen a por ellos, por eso les ataco la elfa-loba.
Nos dan el ultimátum, discute algo con el moreno que parece no está de acuerdo,
y a la noche volverán por la respuesta, si se los entregábamos por las buenas o
los tomaban por las malas.
La discusión
en la compañía fue larga, algunos no querían líos, enfrentarse a los elfos
cansados como estábamos no era una opción y querían entregarlos, pero
finalmente decidimos que eran de los nuestros y que el delito que reclamaban no
era tal. Lo único que habían hecho es entrar al bosque junto otro grupo
(liderado por un tal Gorak y una trocalengo, Alahara) a buscar un tesoro
enterrado y lo encontraron, un viejo túmulo bárbaro, donde entre otras muchas
cosas, encontraron una corona de cobre que se quedó Gorak (unida a la calavera
del rey bárbaro), pero salieron manchados con la ponzoña de la corrupción, y
pese a vivir muy bien durante unas semanas en Fuerte Espina, sus compañeros
murieron todos (los dos líderes, Gorak y Alahara, al parecer ayudados por un
tal Lasifor Camponegro, alcalde de Fuerte Espina, desaparecieron), y ellos
parece que no les quede mucho sin ayuda. La sorpresa fue que Lestra, se
presentó como manto negro y dio la opción de llevárselos a la base de los
mantos negros en las laderas norte de los Titanes, donde recibirían ayuda. Esta
opción es la que más convenció, pero antes tendríamos un duro combate con los
elfos.
Parece que ya
sabían la decisión que habíamos tomado pues vinieron por separado el alto
montando un alce enorme empuñando un gran arco y el moreno avanzando por otro
camino hacia nosotros, y mientras lo hacia su cuerpo empezó a retorcerse y
crecer hasta convertirse en un oso de proporciones gigantescas, un osogro. Este
combate seria duro pero para evitar al arquero mejor protegernos en el interior
del circulo de caravanas y que sean ellos lo que se adentren y pierdan esa
ventaja... esa era la mejor opción, pero tras dar esa orden, el ogro y el
trasgo salieron disparados al combate con el osogro, malditos estúpidos, no
puedo dejar que luchen solos , y a grandes pasos llego al encuentro, cargando
con mi mandoble, el combate es duro, muy duro, agarró al ogro y le destrozo el
pecho arrojándolo lejos, el siguiente objetivo fui yo, un par de golpes se
había llevado pero su garras me apresaron, y fueron veinte segundos de puro
dolor, pero un golpe de mis compañeros consiguió herirle y que me soltase, y
esa fue la última presa que hizo, varios golpes más y Heavy consigue darle el
golpe final. Giramos nuestra vista al otro objetivo, el arquero había
conseguido herir a Belun y trataba de hacer lo mismo con Ludo, pero Bartelom no
se lo ponía fácil, haciendo uso de todo su poder había conseguido derribar de
su montura y herirle gravemente, para que un golpe del trasgo pusiese fin a su
existencia. Pero su última ponzoñosa flecha acabo de corromper el cuerpo de
Belun que empezó a transformarse en una criatura de negro mal. Un ser
semi-etéreo empezó a crecer y crecer.
“Que la ira
de los dragones guíe mi espada”
Golpe tras
golpe mi llameante hoja se hizo hueco en este nuevo ser, sus garras arañaron mi
coraza, pero finalmente que fue derrotado.
Ludo fue
esposado por seguridad y conseguimos por fin atravesar los Titanes, Lestra y
Ludo marcharon al monasterio de los mantos negros, mientras que nosotros nos
dirigimos a Puerta de Prios, a intentar atravesar sus puertas como refugiados
que somos. Este nuevo mundo, verde y lleno de vida, será nuestro futuro, lejos
de los eriales del sur.
EPÍLOGO:
Cuatro
días después: el rastro de la piedra aún fluctúa, fresco ante los sentidos
preternaturales de Mal-Rogan, el rastro es claro, y se dirige a esa pequeña
ciudad, Puerta de Prios... Bien, ahora tocará esconderse en la noche y las
sombras, pero más tarde o más temprano (tanto da, como no-muerto tiene todo el
tiempo del mundo) la Piedra Solar será suya...
... ...
...
Y hasta
aquí el rolato de esta segunda sesión, ahora adjunto los personajes jugadores
de Symbaroum Salvaje en su actual estado:
Y nada
para la próxima queda el rolato de una aventura de tránsito hacía el núcleo
duro de la minicampaña en Symbaroum Salvaje...
Marcados
saludos.-
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