Aventuras en la Marca del Este, un retroclón español de la caja básica de D&D.

El Clan del Lobo Gris, aventureros proscritos, los últimos de su clan.

Estas son las crónicas de nuestras aventuras, con este magnífico sistema.

martes, 19 de marzo de 2019

Atravesando Ambria


Buenas,

Continuamos con la campaña de Symbaroum Salvaje y sus rolatos, la crónica va cogiendo forma y tengo ideas y módulos para unas cuantas aventuras :) Vamos a hacer rolato de todas las partidas y hacer una especie de diario, aquí en el blog, para recordar cosas o que los jugadores que no han podido venir un día consulten que pasó en esa sesión.

Este tercer “rolato”, desde su punto de vista, lo ha hecho Heavy, el bonachón, pero peligroso ogro llevado por Óscar. Aquí dejo el “rolato” de la tercera sesión en la que atravesaron Ambria de sur a norte:

... ... ...

PRÓLOGO
«…y Eregan dijo
así: “El camino del
hombre sabio es largo,
el doble de largo bajo
el sombrío bosque; el
camino del necio es
corto, la mitad de corto
bajo el sombrío bosque,
un atajo insensato
y sangriento”».

Heavy regresa a casa, o al menos está más cerca, atrás queda el duro camino helado, y las muy terribles tormentas de nieve, pero la esperanza de los hombres que nos acompañan que se veía tan clara en su mirada rápidamente se turba por el paisaje de miseria y desesperación que nos aguarda al pasar la llamada Puerta de Prios, allí hacinados como animales nos encontramos con una cantidad ingente de personas que poco a poco se van convirtiendo en meras bestias, los humanos se corrompen, son capaces de lo mejor en sus corazones y de lo peor. Entre ese caldo de cultivo Heavy vio familias que compartían lo poco que tenían para aguantar la larga espera, aumentada por la corrupción de las clases acomodadas que mediante su posición y su adinerada situación tenían preferencia para pasar a lo que muchos llamáis vuestra Tierra Prometida, por otro lado pobres desesperados acuden a satisfacer los bajos instintos de otros aún más desalmados y son capaces de entregar la inocencia de su propia prole por unas pocas monedas... Al menos creo que le hice ver la luz de la sensatez de Prios a ese que se hacía llamar padre, espero recapacitara de su conducta inmoral.



Pasaron unos días y al fin nos tocó el privilegio de pasar al otro lado.

Uno a uno fuimos examinados e interrogados sobre nuestras habilidades y objetos a declarar, todos sin problemas hasta que le llegó el turno a Bartelom, sus sudores febriles y su hedor hacían sospechar que la corrupción anidaba en él, la misma corrupción que se llevó hacía unos pocos días al par de hermanos bárbaros, a uno convertido en una abominación, al otro llevado ante la inquisición para ser "curado". Pero no fue este el caso, pues tras ser separado del grupo y tras no mucho esperar el mago de la Ordo se reunió con nosotros. No sé qué ocurrió en aquella tienda, pero tengo la sospecha de que actuó otro tipo de corrupción..., de todos modos, Bartelom es parte de este pequeño grupo que se está convirtiendo en una pequeña familia, con miembros más agradables y otros no tanto, pero a la hora de la verdad todos damos lo mejor para la supervivencia de grupo.



Tras abandonar el campo de refugiados y pasar los controles nuestra siguiente parada es Yndaros el primer asentamiento ambrio, el lugar elegido por nuestra Reina Korinthia para asentar a su pueblo, lo primero que nos encontramos es, como no, con otro campamento de refugiados, la ciudad siempre en crecimiento está llena de obras en expansión. Como nuestro compañero tenía que realizar unos asuntos en la Ordo, pasaríamos unos días aquí.

Me dispuse a buscar algo de trabajo en alguna de las obras, normalmente siempre son bien recibidos un par de buenos brazos como los míos para los trabajos más pesados, pero di con un capataz que aparte de tacaño, amenazó al buen Heavy, mi corazón ardió por unos momentos y vi el temor en los ojos de aquel hombre, pero no pasamos a mayores

El pequeño trasgo Fenyek siembre acompañado de su fiel compañero porcino y el bárbaro mercenario Kvarek se adentraron en barrio del puerto, con la esperanza de dar con un anticuario llamado Marlon, a su regreso se les veía satisfechos, los negocios les fueron propicios me atrevo a vislumbrar.



Nos reunimos en la taberna de “El Kikiriki del Gallo”, cerca de los muelles, en aquel pintoresco lugar nos encontrábamos discutiendo el destino del viaje que nos aguardaba, acompañados de la música de un bardo y el bullicio producido por un grupo de gente pequeña y fornida a los que los humanos llaman enanos, Heavy nunca había visto a uno de esos seres nunca, igual que muchos humanos se sorprenden al ver por primera vez un ogro, me llamaron la atención, pero rápidamente perdí el interés hasta que hicieron un brindis, entrechocando sus jarras, ¡por el clan Vultyheld!

Rápidamente tanto el bardo como el dueño de la posada le siguieron, así mismo varios miembros de nuestro grupo en el que me incluyo brindamos, no di importancia al gesto, importancia que si dieron tanto la desagradable bruja bárbara Magdala como el caballero Orlan que no hicieron amago de brindar, gesto que no gusto a los pequeños pero robustos seres, que se acercaron a la mesa para recriminar su actitud, rápidamente a causa de la bebida y el mal genio se desató la locura y una tangana, que ponía en peligro la seguridad del local, explotó. Puñetazos, patadas, y algún diente que otro volaron en segundos hasta la llegada de las autoridades de la ciudad, tras la rápida intervención de la desagradable Magdala, que con sus sollozos y su lengua viperina convenció a los guardias de que todo aquello fue provocado por los enanos y que nosotros solo éramos las pobres víctimas de su agresión, bueno al menos esto sirvió para evitar líos con las autoridades y llamar la atención de una figura que aguardaba entre las sombras, se nos presentó como Besail de la casa Andanthor.

Nos propuso un trabajo de escolta junto a Gorn y Bendel dos de los guardias personales de su tío (el Barón Andanthor). A priori sería un trabajo sencillo, escoltar un carromato cargado de tapices, que su tío había encargado en la fábrica de tapices de Yndaros, y el destino estaba en la dirección a la ciudad conocida como Fuerte Espina, lugar al que momentos antes de la pelea consensuamos como el mejor destino de nuestra pequeña familia.

En día y medio, y ya con Bartelom entre nosotros, atravesamos el río en un ferry.

Fenyek haciendo gala de sus grandes dotes campestres nos guiaba atajando el camino, por otro lado la vista aguileña de Kvarek nos daba la seguridad de evitar los peligros del camino, todo en orden y del agrado de nuestro patrón hasta que el tercer día Kvarek nos advertía de la presencia de bandidos, pero ya era tarde habíamos caído en una emboscada, sin opción a retirada y siendo apuntados por arqueros, uno de los hombres que nos impedían el paso exigía un pago desproporcionado por cruzar sus tierras, Kvarek de carácter más sereno y sensato, se dispuso a negociar con ese abusador, reconozco que me pudieron los nervios y el afán de proteger a los míos y sin darme cuenta y sin dar alternativa a Kvarek de solucionar la situación de una forma menos belicosa, me encontré empuñando mi lanza para hacer frente a la amenaza de los arqueros, esto provocó un rápido despliegue del enemigo y antes de que me diera cuenta tenía a uno de esos bandoleros atacando mi flanco, me envolvió una enajenación sangrienta sin ver más allá de lo que tenía enfrente fui acabando uno a uno con los enemigos que se cruzaban en mi camino hasta llegar al lado de Magdala a la que encontré desorientada por unos instantes, uno a uno habíamos acabado con los bandidos y los pocos supervivientes huyeron como los cobardes que eran, al alzar la vista vi que ninguno de mis compañeros había caído, alguno resultó herido pero si algo me han demostrado está gente es que son resistentes, una nueva victoria que podríamos contar, a los pies de Kvarek se encontraba sin vida el jefe de la banda, al final ganó la negociación... Besail nos felicitó y agradeció a Prios el buen juicio al contratar nuestros servicios, nos habíamos ganado cada tálero.

La noche se nos echaba encima y en forma de agradecimiento, Besail abrió unas buenas botellas de vino para brindar por nuestra buena fortuna, fortuna que no tardaría en abandonarnos, pues la lluvia empezó a caer del cielo, no me importa mojarme, incluso disfruto del agua y su húmedo tacto en mi piel, pero luego llegaron ellos, resquebrajando el cielo nocturno con su virulencia y fogosidad, los rayos hacían acto de presencia y anticipaban el estruendo desgarrador de los truenos que atormentan mis entrañas, mi respiración se aceleraba por momentos, mi esfuerzo por evitar que mis ojos revelasen el pánico se hacía cada vez más evidente, y entre trueno y trueno, entre los destellos cargadores de los rayos que lo iluminaban todo solo para sumirnos en la más oscura negrura unos pocos segundos después, se atisbaron esos aullidos, acompañados de cascos al galope, yo no entendía lo que para algunos fue algo evidente...

El adversario al que nos enfrentábamos nos sobrepasaba a todos, me mantuve firme lanza en mano, viendo como tanto Kvarek, Fenyek, nuestro noble patrón Besail y sus dos guardias se postraron en el suelo cabeza abajo, ¿qué era lo que ellos sabían y yo desconocía?



Me encontré ante dos enormes sabuesos espectrales uno se lanzó a por mí directamente el otro hacia Orlan, el cual haciendo gala de sus poderes mágicos imbuyo a su espada de un poder flamígero, el mismo al que recurrió hacía ya unas semanas atrás para acabar con la amenaza de la corrupta abominación en que se convirtió Belun. Sin esperarlo, en mi ayuda acudió la bruja desagradable, en el fondo creo que sí le importo, rodeada por una luz azul fantasmal, y espada en mano entre los dos abatimos al espectral cánido, y me lancé para ayudar de igual manera al caballero, tras aniquilar a las bestias el ruido de los cascos y los ladridos eran cada vez más cercanos y optamos por hacer lo que, muy sensatamente, el resto de mis compañeros habían hecho, nos postramos sin levantar la vista, note como un gran número de caballos con sus jinetes y sus perros pasaban junto a nosotros sin prestarnos atención y fue en el momento en que el último de estos seres dejo caer una pata de venado recién cazado cuando tuve esa sensación que jamás olvidaré, como explicarla era como si mi alma luchará para quedarse en mi cuerpo, como si la mera presencia de aquellos seres tirarán de mi alma para acompañarlos y formar parte de la Santa Compaña como los conocen los ambrios (Kvarek nos contó que para ellos es La Cacería Salvaje, pero el mito es el mismo).

Al fin llegamos a las tierras de la casa Andanthor, remunerados y con el agradecimiento de nuestro patrón, proseguimos la marcha hacia Fuerte Espina, no sin poder sacar de nuestras cabezas lo vivido la noche anterior, no es buena señal, no es un buen augurio haberlos visto, se dice que trae mala suerte, al menos los cielos están despejados hoy.



Bueno, el caso es que por fin entramos en Fuerte Espina, no sin el pago del peaje... un tálero por pierna, pata o rueda que cruce la puerta... Aun me rio cuando recuerdo como llegó el turno de Fenyek, su cerda y su pequeño pony ¡jajajajajaja!

EPÍLOGO:

Y así al atardecer (casi noche) de un día de finales de otoño, llegáis a Fuerte Espina ¿vuestro nuevo hogar? El destino y vuestras decisiones os han traído aquí y pronto comprobaréis el influjo de Davokar, que, cogiendo las hebras de vuestro destino lo ha entretejido en un complicado tapiz que comienza a dibujar una heroica gesta que tiene sus raíces hace muchos, muchos siglos…

... ... ...

Y hasta aquí el rolato de esta tercera sesión, ahora adjunto los personajes jugadores de Symbaroum Salvaje en su actual estado:


Los héroes ya han llegado a Fuerte Espina, comienza la chicha...

Marcados saludos.-

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