Buenas,
Resumen de la misión jugada para Walküre, jugada por agentes de Oberón. Una base frente a la costa noruega de Oberón estaba siendo atacada y los personajes deberían averiguar el por qué... En definitiva, jugamos Proyecto TROYA.
Está narrada desde el punto de vista del norteamericano Turner, personaje de Sergio.
...
<<Para: Gjoubert@oberon-sh.com
Asunto: Informe sobre el
incidente en N-36.
Nivel seguridad:
Confidencial. Archivo encriptado.>>
Lo que describo a continuación
son los hechos acontecidos en las instalaciones del laboratorio N-36,
perteneciente a la compañía y ubicado en aguas internacionales en el Mar del
Norte.
A primera hora de la
mañana recibí una llamada urgente para presentarme en el despacho del director
Joubert, en la sede de Zurich.
Al llegar a la oficina
encontré a allí a algunos de mis compañeros, O'Conner, Berg y Sigfrid Von
Isenhart. Teniendo en cuenta los perfiles de los agentes reunidos deduje que
nos esperaba una intervención donde las armas iban a tener un papel primordial.
¿Cuál sería el motivo de mi presencia en esta reunión?
El director Joubert nos
expuso que unas horas antes se había recibido una llamada de emergencia del
laboratorio N-36, una instalación de investigación avanzada de Oberon, situada
en el Mar del Norte, frente a la ciudad de Bergen. En la llamada se informaba
del ataque de fuerzas hostiles. Desde esa llamada se había perdido el contacto
con el laboratorio, por lo que se procedió a reunir rápidamente un destacamento
de soldados del Batallón, para recuperar el control de la instalación.
Nosotros debíamos
acompañar al grupo de asalto y averiguar la identidad de los atacantes y cuál
era su objetivo. Ya estaba claro cuál sería mi papel en la misión, era lo más
parecido a un especialista en computadoras y sistemas de seguridad que se había
podido localizar dada la urgencia de la misión.
En menos de una hora nos
reunimos con el grupo del capitán Dutch, un oficial experimentado que estaría a
cargo de la misión de recuperar el control de N-36.
Embarcamos en dos
helicópteros de transporte militar Black-Night 52 y partimos inmediatamente
hacía N-36.
Durante el viaje pude
apreciar que el personal del grupo de asalto parecía muy preparado y altamente
motivado para realizar la misión. No esperaba que fuese un paseo triunfal, pero
sí que el grupo del capitán Dutch reduciría rápidamente a los asaltantes y
nosotros podríamos realizar nuestra misión con calma.
Nada más lejos de la
realidad.
Al aproximarnos a N-36,
fuimos recibidos por fuego anti-aéreo. Conseguimos eliminar a los servidores de
la batería que nos atacaba, pero no pudimos evitar que nuestro aparato fuese
alcanzado. Perdimos al piloto, pero Von Isenhart logró hacerse con los mandos y
aterrizar el aparato en una plataforma auxiliar.
Por radio supimos que el
otro helicóptero también pudo aterrizar, pero que estaban haciendo frente a una
fuerte resistencia.
Estaba claro que los
asaltantes de N-36 eran profesionales, bien armados y tan motivados para lograr
su objetivo como lo estábamos nosotros.
Abandonamos la plataforma
de aterrizaje y nos adentramos en N-36 con Dutch y los supervivientes de
nuestro helicóptero. Al poco nos separamos, Dutch y sus hombres iban a reunirse
con el resto del grupo de asalto, para despejar posteriormente el laboratorio.
Nosotros nos dirigimos
hacia el centro de control de la instalación para tratar de recuperar las
comunicaciones y el sistema de cámaras de seguridad, para cumplir nuestra
misión y tratar de proporcionar apoyo al grupo de asalto.
Mientras atravesábamos la
instalación, fuimos sorprendidos por uno de los asaltantes. Éste hirió a Berg
antes de que pudiésemos abatirle. Al examinarle vimos un tatuaje típico de los
miembros de la Delta Force. Esperé que se tratase de un ex-delta reconvertido
en mercenario.
Posteriormente fuimos
emboscados de nuevo en una sala auxiliar. Esta vez no solo encontramos a los
típicos mercenarios, sino que junto a ellos también encontramos a dos sujetos
que claramente no eran militares. Tras interrogar a uno de ellos averiguamos
que se trataba de agentes de la C.F.A. (Cyber Force Agency), acompañando a una
compañía de Delta Force.
En ese momento quedó
claro que los asaltantes no eran un grupo de mercenarios a sueldo de una
corporación rival.
Nos topamos con más
soldados Delta, francotiradores emboscándonos inclusive. Varias veces nos
hicimos con la frecuencia de sus comunicaciones, pero al rato, los agentes
C.F.A. parecían detectarnos y cambiar y cifrar la frecuencia.
Una parte importante de
los asaltantes estaba haciendo frente a Dutch y sus hombres, pero otro grupo
estaba parapetado en el centro de control. Tras introducirme en el sistema
informático averigüe que los agentes de la C.F.A. estaban copiando una gran
cantidad de información de uno de los laboratorios de investigación, dedicado a
investigación de cibernética avanzada.
Decidimos informar a
Dutch de la identidad de los atacantes y de la distribución de sus fuerzas.
Mientras nuestro grupo se dirigió al laboratorio de cibernética para
identificar que era lo que se estaban intentado llevar los agentes de la C.F.A.
Una vez en el laboratorio
encontramos muy mal herido al doctor Emil Olefson, responsable de este
laboratorio. También encontramos los cadáveres de sus tres colaboradores.
El doctor nos confirmó
que la C.F.A. estaba copiando el producto de sus avances.
Tras volver a revisar el
sistema de seguridad comprobamos que la CFA estaba retirándose y se preparaba
para abandonar N-36, al parecer se retiraban en parte en helicóptero y en parte
en un barco que tenían anclado en uno de
los muelles de la estación.
Sin personal cualificado
para poder atender al doctor (los sanitarios del grupo de asalto estaban muy
lejos y haciendo frente un gran número de bajas), el doctor falleció, no antes
de darnos las claves y ayudarnos a entrar en los ordenadores del laboratorio
donde trabajaba. Nosotros intentamos interceptar a un grupo de asaltantes que
trataban de abandonar N-36 en una embarcación, con la intención de recuperar la
información que habían robado del laboratorio.
Cuando llegamos al
embarcadero encontramos a ocho soldados deltas y dos agentes de la C.F.A.
tratando de subir a la embarcación. A pesar de nuestra inferioridad numérica y
en armamento, comenzamos un tiroteo.
Traté de solicitar apoyo
del grupo de asalto, pero el capitán Dutch me informó que había perdido a la
mitad de sus hombres y que estaban haciendo frente a un helicóptero de combate.
En ese momento vi aproximarse a un Marauder Asault Mech MAM-32.
A pesar de mis
advertencias, mis compañeros decidieron continuar el combate con los miembros
de la Delta Force.
En el transcurso del
tiroteo fui seriamente herido y me retiré. En el momento de mi retirada,
O'Conner había abordado la embarcación y se enfrentaba a los agentes de C.F.A.,
mientras Berg (ya herido), y Von Isenhart hacían frente a los delta force.
Por las observaciones
realizadas posteriormente por O'Conner, Berg murió en el tiroteo con los delta,
Von Isenhart se retiró después de graves heridas. O'Conner en solitario acabó
con el MAM (según sus palabras literales, “me subí encima de ese trasto y saqué
a hostias al hijo puta que lo pilotaba”) y los escasos supervivientes de la
Delta Force.
No pudimos impedir la
huida de la embarcación.
Observaciones:
Me cuesta creer el relato
que ha hecho O'Conner sobre el último enfrentamiento. Sin embargo al no haber
otro testimonio (Von Isenhart se retiró herido antes del final y solo ha podido
confirmar la muerte de Berg), y dada la habilidad y el desprecio por su propia
vida del que ha hecho gala en ocasiones anteriores puede ser que esos fuesen
los hechos.
No soy forense, pero
examiné el lugar antes de irnos de N-36 y tengo que confirmar que la cabina del
MAM había sido perforada por múltiples impactos que a primera vista pueden
coincidir con el calibre de las armas de O'Conner.
<Fin informe>.
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Zurich, unos días
después.
“No he podido dejar de
pensar en lo que dijo ese agente de la CFA, “Oberón no es lo que parece”.
Siempre he creído que
cuando un hombre está próximo a la muerte dice la verdad. Y desde luego no se
moviliza a una compañía de Delta Force para robar unos discos duros.
Me ha costado, pero he
conservado los datos que extrajimos del laboratorio de Olafson sin que nadie se
diese cuenta.
Creo que no me costará
mucho convencer a Sigmund para que los estudie y averigüe que está haciendo
Oberón con Zorro Rojo. Es un riesgo, dada la amistad de su familia con Kathë
Kollwitz. Tendré que asegurarme que mantenga la boca cerrada, por lo menos
durante un tiempo, hasta que sepamos qué pasa en Oberón.
Por lo que dijo Olafson,
solo Joubert, Tabuis, Winkelman y el consejo estaban al tanto del proyecto
TROYA. ¿Quién de ellos trabaja para la CFA? ¿Qué oculta Oberón?”
...
Marcados saludos.-
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