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martes, 1 de febrero de 2022

La Ira del Guardián, Parte 4

 


Buenas,

Pues ya vamos por el cuarto rolato de la campaña La Ira del Guardián (primera parte de la Crónica del Trono de Espinas). Seguimos en el capítulo dos continuando con la larga serie de pesquisas para encontrar pistas acerca de Anadea, lo qué hacía y con quién...

El rolato lo hace Óscar, desde el punto de vista de Mearoel un elfo que los lleva siguiendo en la distancia casi toda la aventura...

Con este rolato abarcamos ya 15 sesiones, que son las que llevamos con esta campaña. Preveo que quedarán como 4-6 sesiones, así que, posiblemente, otros dos rolatos más.

Y lo de siempre, si vas a jugar esta aventura oficial de Symbaroum, no sigas leyendo, no seas tramposo 😉

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PRÓLOGO I:

«Al igual que el sol brilla con generosidad sobre el noble y el plebeyo, el malvado y el devoto, así debería tratar nuestra Iglesia a todos los hijos de Prios, con la misma calidez y amor».

Padre Sarvola.-

 

PRÓLOGO II:

«Están muertos, pero viven, somos nosotros, ellos fueron nosotros y nosotros somos ellos».

Kargoi Salamos, noble y veterano de guerra ambrio.-

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Amanece en el fuerte y Mearoel recorre con agilidad supra humana los tejados de la ciudad de madera. Es una sombra que solo los más avezados lograrían distinguir, se cubre del frío de la mañana con una capucha que oculta sus rasgos no humanos. Mearoel piensa en el arduo trabajo que estos tipos le están dando. Pero ella ha dicho que los vigile de cerca...

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Entre los tejados de Fuerte Espina su figura se oculta entre las sombras, ha llegado a su destino, su interés es en una casa en concreto, prepara su arco, tensa la cuerda y se prepara para entrar en acción si así se requiriese.

Poco a poco la noche acaba sin aparentes incidentes, hasta que un grupo de sicarios acompañados con perros se dirigen directos a Casa Kaletra, parece que correrá la sangre... pero “¿ese quién es?”. Un mantonegro se une a la fiesta, ve como éste se oculta, no, más bien desaparece entre la niebla matinal procedente del bosque. Mientras tanto los sicarios inician el ataque, “¡mierda han entrado!, desde aquí no seré muy útil..., pero la contienda ha de haber sido tan brutal como breve, pues parece que los inquilinos de la casa han repelido el ataque. Mejor así, no me interesa que sepan que los vigilo, al menos no por ahora”.

Al parecer los sicarios o sectarios trabajan para un tal Ojo Rojo, “estos humanos y sus apodos... Son muchos los que quieren acabar con el pequeño grupo, empiezan a caerme bien estos individuos, una pena que no sean de mi raza”.

La bárbara abandona la casa y el resto se encarga de limpiar la vivienda de tanto cadáver, sigo a la mujer, ésta se dirige hacia la Delegación de la Reina, gracias a mis habilidades averiguo lo que buscaba, de quién era la casa donde acabaron con los Mercenarios del Sol la noche anterior, pertenece a un noble ambrio, su nombre Kargoi Salamos, también está interesada, y finalmente consigue, dónde reside éste, en una pequeña villa en la Calle del Verano número 3, “seguramente irán hacerle una visita”.

Busco al pequeño trasgo, lo encuentro en las inmediaciones de la pequeña propiedad del sacerdote Sarvola, la Casa Misionera. Tras una mañana de vigilancia sin problemas, está siendo atacado por una asesina armada con una ballesta, el trasgo sale indemne del ataque y le ayudo a que la asesina desista de su empeño y huya, al menos por ahora, “creo que el trasgo no ha percibido mi presencia”.

 


Por otro lado, el mantonegro y el trocalengo se han reunido con la Iluminaria Santa Deseba en la Iglesia ambria. Lo que quiera que traten allá adentro, lo desconozco...

Un nuevo miembro se reúne con el grupo, por la pinta parece ser un vulgar ladronzuelo, escucho su acento, viene de la capital Yndaros, estoy seguro. “Dentro de la casa estarán planeando cual será el siguiente paso, ¡con lo a gusto que estaría yo entre las hojas del Davokar!”.

Se vuelven a dividir, dirigiéndose a distintos puntos de la ciudad, “o son muy buenos en lo suyo o están deseando que la muerte les alcance, ya que tienen que ser conscientes de que hay muchos que buscan sus cabezas”.

El trasgo parece obsesionado con Sarvola ya que la dirección que toma es la de la Casa Misionera, la bárbara parece que va a quitarse la sed pues la veo que entra en Los Salones de Symbaroum, por otro lado el trocalengo, el ladron y el mantonegro se dirigen a la villa del noble ambrio, tengo que elegir y me decido por seguir a estos últimos, al llegar a la villa solo entra el mantonego en la casa, los otros dos quedan en la calle, tratando de disimular, sin mucho éxito ya que los guardias los han visto claramente.

 

Kargoi Salamos

No sé qué ha ocurrido en el interior, pero tras la partida de los aventureros, Kargoi Salamos, el viejo noble, la abandona también, con una expresión en su rostro de claro malestar.

Parece que han decidido aunar fuerzas y se reúnen todos con Deseba, saliendo del templo para dirigirse a la habitación donde vivía la joven Anadea, en el anexo. Tras unos momentos en la alcoba, la abandonan, no sé la información que han podido sacar de allí, “seguro que dentro de poco nos buscan a mí y a mí socia... cómo si no lo estuviera viendo”.

Mi curiosidad es mayor que mi prudencia y arriesgo para saber de qué hablan dentro de Casa Kaletra, han ideado un plan para sacar de su domicilio a Kargoi Salamos, Tanis el mantonegro será el encargado de entretener al noble, invitándole a cenar para limar asperezas en El Cucharón Alado. Así dará tiempo a Fenyek, el trasgo y a Kiryn, el ladronzuelo, para entrar en el hogar de este, e investigar trapos sucios del noble para poder tenerlo bajo control, haciéndole chantaje para que cesen los ataques a Sarvola. Mientras, la bárbara Yagaba y el trocalengo Hoptar, investigarán en la casa unos documentos que han encontrado en la habitación de Anadea.

Pasa la noche, todo tranquilo, también he de descansar, así que tejado tras tejado voy hacía el este. Al día siguiente, el grupo se pone al día, parece que ninguno se ha dado cuenta de que he conseguido introducirme entre las estructuras del tejado de la casa. Al parecer el noble mantiene en el sótano a su mujer e hija que están muertas en vida, dos dragules, pero tratados y cuidados como si siguieran respirando... y de algún modo, con esta información le harán chantaje al noble, por otro lado, van a insistir en la Delegación de la Reina a ver si sacan algo en claro sobre Anadea y sobre una llave que portaba esta. A la casa llegan unos sacerdotes que les informan de que ya no pueden seguir usando la casa y que la Iglesia de Prios la recupera para acoger a los pobres y múltiples feligreses que se han quedado sin hogar... “parece que han enfadado a la Iglesia y esto es una represalia. Que se pongan a la cola”.

 


Tengo que volver a elegir a quien seguir y me decanto por ir hacia la Degradación de la Reina a ver qué descubren allí, mientras el mantonegro se reunirá con Kargoi Salamos para chantajear al mismo.

Pese a mis habilidades de subterfugio no consigo sacar mucho de esta expedición, ya que el único que entra en la delegación es el trocalengo y el resto se quedan fuera, demasiados ojos para esquivar.

Tras unas horas parece que Hoptar ha tenido éxito en su búsqueda y se reúnen el resto del grupo incluyendo a Tanis, este les comunica que Salamos está a salvo de cualquier intento de acabar con la vida de Sarvola, al menos por el momento. Por su lado Hoptar averigua el nombre de otro novicio que solía estar siempre con Anadea, tras preguntar por él en el templo, deciden ir a buscarle en Lagomica, en una granja cercana a la aldea, a un día a caballo del fuerte.

Preparan avituallamientos y monturas para dirigirse hacia su objetivo, “esto va a ser un problema para mí ya que tendré que dar un rodeo en la ruta para que no perciban mi presencia, pero aún soy más sigiloso en el campo”.

Me separo del grupo, les sigo de lejos, espero que no ocurra ningún incidente mientras que no estén bajo mi vigilancia directa.

Tras un día y medio de viaje la noche está cayendo y entre las sombras del crepúsculo me encuentro en mi medio, pero “¿qué es eso que oteo en el horizonte? Una gran luz se atisba en la granja, ¡parecen llamas!” ...

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EPÍLOGO I:

«La muerte, con la potencia de un rayo de sol de Prios, toca la carne y despierta el alma, diría más, la muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos».

Padre Sarvola, hereje para la Iglesia de Prios.-

 

EPÍLOGO II:

«Una emboscada si es descubierta y propiamente contrarrestada, pagará y con intereses el mal pretendido».

Beremo Herengol, Capitán General de los Ejércitos de la Reina.-

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Y como es de costumbre, actualizamos el estado de los personajes que están jugando (o han jugado) la campaña, ya tenemos algunos en Rango Legendario. Primera vez que llevamos tan lejos una campaña de Savage 😊

Héroes de Symbaroum.

Marcados saludos.-